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La Colonia - Viejas Glorias

4) LA CACERIA DE AVISPAS (by Juande). Post data de Geiftiu (con permiso del autor)

Las horas muertas en la piscina (sobre todo esos tristes días que tocaba limpiar la  piscina)  se podían pasar de muchas maneras, pero siempre había la posibilidad de matar el gusanillo con una aventura de caza menor.  Se procedía a abrir el grifo del agua que había a la derecha de la entrada de la piscina y se inundaba una superficie de dos metros del cemento (que gustito secarse en el cemento seco bien calentito).  Luego se cogía el arma (las chanclas azules de toda la vida eran el instrumento más utilizado) y se esperaba pacientemente que la avispa se posara en el agua (supongo que a beber pero nunca entendía porque sólo las avispas tenían sed y no las abejas o las moscas), y se daba el chancletazo tratando de evitar que hubiese compañeras de la atacada que tomaran la represalia.  Nando como siempre ganaba (si no ganaba se iba a casa de su abuela) aunque en este apartado su pedazo de peana era una ventaja insuperable a la hora de no fallar el disparo (no había zapatería de Linares que pudiera suministrar calzado a la criatura, por lo que el día que rompía algún zapato le caía una bronca de órdago).  

Post data: Recuerdo una segunda variante del juego, que consistia en buscar los avisperos que había siempre al lado de los vestuarios y derribarlos, bien con un palo, bien de un balonazo, y salir corriendo a la piscina. Gonsa tenia especial habilidad destructora, luego cosas de la vida, se hizo arquitecto.

1 comentario

Rosa -

Y con el barrillo que se formaba alrededor del grifo por la parte del cesped, lo utilizábamos para ponerlo como ungüento sanador sobre las picaduras de las avispas mosqueadas que conseguían huir de tan vil cacería, manda....!!!!!